Muchas gracias, Mª José, por las 12 horas de música que con motivo del Halloween nos has dado en el gaztetxe. Tú bien sabes que a partir de los 40 ya no estamos para hacer gaupasa de bar en bar disfrutando de la noche, en una fiesta que con tanta vela, calabaza y máscaras resulta para nosotros un tanto tétrica. ¡Vaya!, que nos encontramos un poco desplazados. Pero que hayas tenido la delicadeza de meternos la fiesta en casa, con música de las 12 de la noche a las 12 de la mañana, así, por el morro, pues... es para agradecértelo.

Ahí es nada: en la cama calientico, y chunda, chunda, chunda toda la noche, con un fondo musical que te evita pesadillas y te pone como una moto. Con lo molesto que nos resulta escuchar el llanto de los niños del vecino, el ladrido del perro que se aburre en el balcón, o la descarga del depósito del piso de arriba... Pero con tanta música..., con decirte que durante esa noche las pequeñas molestias cotidianas han pasado desapercibidas... Fíjate si he estado a gusto, que hasta el mediodía, hora en que ha acabado la fiestecita, no me he levantado de la cama. Estaba tan concentrado escuchando pom, poomm, pooommm, que ni desayunar, ni leer el periódico, ni nada de nada.

Gaztetxe en el Cuartel.

Y si yo, que hace poco celebré la fiesta de los cincuenta, te muestro mi agradecimiento, ¿qué no te mostrará el abuelo del vecino, que con su sueño ligero siempre se queja de que no duerme bien? Con decirte que durante esa noche no ha notado los achaques y molestias propias de su avanzada edad y su precaria salud..., pues no te puedes hacer una idea.

¡Claro!, que si esa atención a tus agradecidos conciudadanos sirve también para desahogo de la juventud, pues ¡miel sobre hojuelas!: mejor están los jóvenes recogiditos en el Cuartel, que haciendo vete a saber qué.

Así, pues, gracias, Alcaldesa: aquí quedamos, en primera línea, abonados a la fiesta, esperando que dentro de poco nos obsequies con otra noche musical.

Nota: a pesar de las protestas vecinales, las noches musicales continuaron hasta que el Cuartel fue derribado

Esta colaboración se publicó en la edición Tierra Estella de Diario de Navarra, el 22/11/00