Ahora que Gobierno y Parlamento debaten el grave problema de la vivienda para encarar las elecciones diciendo que han hecho los deberes, nuestra inefable Bozal ve vacías las alforjas y no encuentra los avíos necesarios para acompañarlos en tan difícil travesía. No obstante, en el ocaso de la legislatura ha descubierto que en "el ayuntamiento hay una gran preocupación por la construcción de vivienda protegida" (VPO). Debe ser una "preocupación" tan grande y profunda; tan celosamente guardada en los arcanos de su ser; tan difícil de descubrir y aflorar a la conciencia, que agotada por el difícil hallazgo piensa que con sólo verbalizarla queda el problema resuelto. Así, entre las viviendas que piensa hacer en Canasa -si es que no se le adelantan otros en la compra del terreno-, las que le "consta" que van a hacer en Agni -aquí, ya se le adelantaron-, y las unifamiliares de Las Lomas, "las necesidades del sector de VPO se podrán cumplir ..." en la próxima legislatura -digo yo-, si lo tienen a bien las empresas, y si la corporación que le suceda desbloquea el "nudo gordiano" en que se ha convertido tanto desatino edilicio.

Lo que no se entiende tanto es que con toda esa inmensa "preocupación", en 1988, cuando la Bozal estaba en la oposición, se iniciaran en Tierra Estella 128 viviendas VPO y 312 libres, y durante los años en que nuestra sin par Josefina lleva ejerciendo de alcaldesa, la desproporción haya tocado suelo con las 9 VPO y 487 libres en 1999, y 39 VPO y 430 libres hasta octubre de 2000. Si a ellas descontamos las que no corresponden a la ciudad, podemos ver los frutos de esa inconmensurable "preocupación".

Desasosiego que le viene de largo: una propuesta de la CUE votada en la primera semana de febrero de 1997, mediante la que se proponía atajar el fraude en las viviendas VPO (tener que entregar dinero negro por encima del precio oficial), mediante la retirada de las subvenciones a los promotores, obtuvo la abstención de la Bozal y su grupo, por considerar que el texto era sólo una "declaración de intenciones" y no concretaba el procedimiento a seguir. Naturalmente que los regionalistas no propusieron mejoras que permitieran pasar de las intenciones a los hechos, porque entonces, como ahora, esa "gran preocupación" les paraliza, y a lo más que les lleva es a actuar como el can de la Alberta, que distrae al personal mientras le roban la huerta.

Y no es, precisamente, que en la ciudad del Ega los precios de las viviendas anden por los suelos. El pasado 16 de febrero se hizo eco la prensa de un informe de la empresa Tasaciones y Consultoría, el cual decía que el año 2001 el precio de las viviendas en Estella llegó hasta el 30% de incremento, "porcentaje que está muy por encima de las subidas que han registrado las capitales de provincia de España, incluida Pamplona", y muchísimo más por encima que el 17,3% que subió el precio de la vivienda nueva en Navarra, por lo que "comprar una vivienda (en Estella) es una tarea cada vez más difícil y, sobre todo, resulta mucho más caro". En la misma información se recogía la opinión del Arquitecto municipal, quien decía que "la única solución para que bajen los precios es construir VPO". Pero, claro, ¿eso a quién interesa, si hasta nuestra Alcaldesa subasta al mejor postor cuantos solares puede?

Nota: esta colaboración se publicó en el suplemento Merindad de Estella del Diario de Noticias, el 06/07/02.