El barrio de Lizarra está comunicado con el centro de la ciudad a través de tres vías peatonales: Valdeallín, Los Toros y Juan de Labrit. En cualquiera de estos tres accesos pueden instalarse las escaleras o rampas mecánicas que faciliten la comunicación del barrio, aunque, en buen lógica, cada uno de estos accesos tendrá sus ventajas y sus inconvenientes.

Calleja de los Toros

En principio, el acceso mecanizado a través de esta calleja parece el más problemático, salvo que el ayuntamiento se limite a poner en comunicación dicha calleja con la calle La Corte y desista de prolongar el acceso mecanizado hasta la calle Lizarra.

Este acceso no ofrece ninguna ventaja adicional, y su principal inconveniente es que tiene que ocupar una finca privada, ya sea llegando a un acuerdo con el propietario, o iniciando un expediente que tardará meses -quizá años- en resolverse.

Calle Valdeallín

Las ventajas a través de esta vía son incuestionables: desde la calle de La Estrella hasta la calle Lizarra, la rampa mecanizada constaría de dos o tres tramos y debería atravesar una sola calle. A la simplicidad del proyecto y su menor coste, habría que añadir que ese acceso mecanizado daría servicio, también, a la plaza del Frontón y a las actividades que en esa zona se desarrollen.

Calle Juan de Labrit

Las ventajas de los accesos mecanizados a lo largo de esta calle son similares a los de la calle Valdeallín. En este caso, cruzando una sola calle, en dos o tres tramos podemos llegar a la calle Lizarra, y con la misma obra se puede dar servicio a las instalaciones que se ubiquen en el Cuartel.

Juan de Labrit.

Resumiendo

Cualquiera de estos dos últimos accesos es más adecuado que el de la calleja de los Toros, y, en todo caso, los vecinos del barrio de Lizarra deben exigir que las rampas, escaleras mecánicas, ascensores, o un sistema mixto se ejecuten en un único proyecto. Aceptar que se mecanice sólo el primer tramo (Los Toros-La Corte) significa que solucionada una parte del problema, el resto quedaría sin resolver durante años, con la posibilidad de que para ejecutar la obra pendiente el ayuntamiento no encuentre ni el momento oportuno ni el dinero necesario.

Así mismo, el ayuntamiento, al abordar el proyecto, debe buscar que la misma financiación y obra permita obtener beneficios adicionales sin perjudicar ni dificultar el objetivo prioritario: facilitar los accesos peatonales al barrio.

Nota: esta colaboración se publicó en el número 201 de la revista Calle Mayor, el 02/11/00.

El ayuntamiento sigue en sus trece de poner la instalación en la calleja de Los Toros. Después de muchos intentos fallidos y concursos inaplicables, ha aceptado que la solución llegue hasta la calle Lizarra.