De unos años para acá ha aumentado el número de las personas que nos visitan. Hecho al que no son ajenos el camping Lizarra y el albergue Oncineda, cubriendo un hueco en la escasez de camas que ofrece la ciudad. También han aportado su montoncito de arena el hotel Yerri, y la iniciativa de la familia Marcuerquiaga-Ruiz de Alda, que espero llegue a buen puerto, de habilitar un hotel rural en la harinera de la Fuente de la Salud. Y aunque no sea en nuestro término municipal, la conversión en hotel del palacio de la Vega del Pozo, en Dicastillo, también es una buena noticia, destacando sobre todas el posible parador nacional de Iranzu que con todos los medios a nuestro alcance debemos trabajar para que sea una realidad que no nos la robe Pamplona.

Pero, ¿necesita nuestra ciudad, en su núcleo urbano, un hotel de más categoría y capacidad que los existentes? Así pareció verlo UPN cuando en su programa electoral decía: Posibilitar la ampliación de la oferta hotelera. Una bonita idea, me pareció al leerla, he hice votos para que pudiera convertirse en realidad.

Cuando Josefina Bozal salió elegida alcaldesa, le felicité por el nombramiento, le deseé suerte, y me interesé por las ideas que tenían para desarrollar ese punto del programa. Ella pensaba en la posibilidad de facilitar su instalación en el casco antiguo, lo que entrañaba notables dificultades que le podían obligar a desechar la idea: no es fácil encontrar un edificio adecuado, que la propiedad quiera vender, y que el precio encaje al futuro promotor. Y si en ausencia de un edificio singular hay que agrupar varias casas hasta alcanzar un solar del tamaño adecuado, las dificultades aumentan. Por otra parte, un hotel de categoría necesita una comodidad de acceso y aparcamiento que el casco viejo no puede ofrecer...

Intuyendo las más que probables dificultades con las que la alcaldesa iba a tropezar a la hora de desarrollar esa bonita y necesaria idea, le apunté una solución que consiste en lo siguiente: reservar a tal fin el solar que el ayuntamiento poseerá en propiedad cuando se desarrolle la U.E. 10-1 (la zona de Fray Diego en que se ha construido el puente de Los Llanos), y ofrecerlo a las compañías hoteleras para que puedan levantar un hotel de una categoría y un número de plazas predeterminado. La oferta podía consistir en ofrecer el solar a bajo precio, arrendarlo, o cederlo gratuitamente por un periodo de años. Creo que esa zona, junto al lavado y engrase Jordana-Arza o junto a la antigua fábrica de punto de Erce, a la entrada de la ciudad, junto al río, contigua a la Estella Monumental y con Los Llanos como telón de fondo, es la más adecuada para levantar un hotel de categoría.

Sin olvidar que dentro de la Unidad hay solares más adecuados que otros, por lo que el ayuntamiento, siguiendo el ejemplo de lo que se hizo en el barrio de Arieta (reservar el mejor solar para construir el pabellón polideportivo), le conviene adjudicarse la propiedad del mejor de los solares: uno de los chaflanes que cierran la manzana. Y una aportación más: a la hora de negociar la cesión del solar, para el futuro hotel se debe exigir una cocina de primerísima calidad. Es la única manera de recuperar el terreno perdido, haciendo frente a una Tafalla que con el Túbal y el proyecto de Martín Berasategui puede arrasar en el sector.

Escribo estas líneas teniendo en cuenta la gestión que Jesús Alfaro está desarrollando sobre el tema, así como su propuesta de encargar un estudio sectorial. Espero que valore la aportación que le hice a la Alcaldesa -que seguramente conocerá-, y reserve previsoriamente el solar más adecuado.

Nota: esta colaboración se publicó en la edición Tierra Estella de Diario de Navarra, el 31/01/01. En junio de 2001 recibió el ayuntamiento el Plan Estratégico de Desarrollo Turístico de Estella, elaborado por la Unidad de Promoción y Desarrollo de Navarra, que desde entonces duerme el sueño de los justos escondido en un cajón. Nada se ha hecho ni nada va a hacer este ayuntamiento. En cuanto al solar que les propuse, con capacidad para unas doce viviendas, nada se ha hecho. Una verdadera pena: se ha perdido una oportunidad única. Que no sean capaces de tomar la decisión correcta ni cuando se les ofrece la solución en bandeja, es un ejemplo de la incapacidad de nuestro ayuntamiento, y del efecto negativo y perdurable que va a tener su nefasta gestión.